jueves, 24 de octubre de 2013

COMO SOPORTAR A UN MARIDO

Las que buscáis las claves para esto, tenedlo claro, sólo se puede soportar al marido de otra, el que le toca a una misma, no. 

Después de siete años de casados y otros tantos de noviazgo es complicado soportarse, imposible tal vez. No lo pensé cuando estaba entonando el "si quiero" ante aquel desconocido con sotana, que días antes me pedía confesión de todas mis maldades, ¡qué ridiculez, ahora que lo pienso!

Y para eso se inventó el gimnasio (no para hacer ejercicio) o el socorrido "café con amigas", para aguantarse un "poquito mejor" (como diría el lobo, jeje).

Y si, Cosme está insoportable, he decidido hacer horas extras de plancha y limpieza para no aguantarlo. El lunes se incorpora a la nueva empresa, para su sorpresa, la mía y la de seis millones de parados...¡SI, le han llamado de la entrevista!

¿Buena noticia? Pues... no sabe lo que va a cobrar, ni las horas que va a estar, ni lo que va a hacer....sólo la dirección en la que tiene que presentarse. ¡Cómo son las empresas, y como se aprovechan!

- ¡Mil gracias por querer explotarme! ¿me pagará en dinero o con las sobras del día? (Si te toca en la fábrica de Bimbo aún llevas pan para casa pero si es en una ferretería, los tornillos no se comen (todavía)...)

Por desgracia, este ejemplo, no es tan descabellado, seguro que habría empresarios (y los habría que no, también lo sé) dispuestos a esto y empleados que aceptarían, todo NO por vivir, sino por sobrevivir...

Total, que desquiciado desquiciándome, Cosme no es nervioso pero según está el panorama es difícil permanecer tranquilo ante la posibilidad de seguir comiendo o no. 

Veremos como va, sino siempre queda la opción de seguir mal alimentándonos aunque sea a base de comernos las uñas.

¡Qué seria me he puesto hoy!, serán los nervios...

viernes, 18 de octubre de 2013

ENTREVISTA DE TRABAJO

Menudo alivio es saber que no estoy embarazada. Por mi alegría se diría que no estoy muy a favor de tener, precisamente ahora, un hijo. Cualquiera se lo explica al pesado de mi esposo.

Ayer tuvo otra entrevista de trabajo para una oficina en una empresa familiar. Cosme es Licenciado en Económicas. Complicado la búsqueda de empleo, pero peor es el encontrarlo.

Me explicó el proceso al que se ha visto sometido y del que ya había oído hablar. Por lo visto, ahora las empresas quieren estar preparadas para todo, incluso para un posible naufragio en tierra firme, (sino que alguien me explique para que te hacen la famosa prueba de "en una isla desierta ¿que se llevaría?" o, en un grupo de ocho personas, a ti, te toca llevar la cuchara). 

A Cosme le tocó llevar, en este "juego" donde se juega tanto, la lata de atún, pero el que tenía el abridor era un completo palurdo (según mi esposo). No llegaron a buen entendimiento y se fue todo al traste. Al menos hizo un amigo, el que tenía la manta térmica (importante para no pasar frío en medio de la arena).

Luego la pregunta del millón:

- ¿Te consideras líder?

¡Vaya!, así, a pelo, responder es difícil. (Si piensas en la playa de antes el único líder posible sería el que le toca el mechero)

Yo diría que si. ¿Es la respuesta adecuada?. Si vas a trabajar rellenando tarros de conserva en una empresa, ¡pues no!, no creo que les interese tener un líder "revolucionador" de compañeros en su estructurada cadena de envasado. En cambio si es de jefe de equipo, responsable de planta...si, probablemente estén esperando esa respuesta.

Cosme respondió que si. Veremos si en un par de días empezamos a repartir las tareas del hogar equitativamente.



jueves, 10 de octubre de 2013

MOMENTO: PREDICTOR

Llevamos un mes intentándolo y a la primera falta y Cosme...

_ ¿Te has hecho ya la prueba? 

- No

- ¿Y a que esperas?

¡Pues espero no tirar doce euros cada vez que tenga un pequeño retraso!, eso pienso. ¿Cómo podrán ser, los hombres, tan ansiosos con este tema? Debe resultarles como un reto. Sus "soldaditos" funcionan o no... una muestra de hombría: meter gol a la primera.

Tras dos días de insistirme decido bajar a la farmacia del barrio. Esto ya es todo un reto, aguantar la mirada de la farmacéutica con sonrisa disfrazada, disimulando...está claro lo que piensa: ¡Claro! ¡así no han bajado a por condones este mes!...era esto o separación.

Y ahora llega uno de los momentos con los que sueñas cuando eres cría...aunque sea en plan pesadilla cuando eres adolescente. Decido meterme en el baño, reflexionar...en realidad no quiero hacerme esta prueba, puede que por el miedo a no estarlo o al revés, quien sabe. Creo que muchas dudamos en ese momento. ¿Será alegría por quedarse o por no?

Las instrucciones las repaso un par de veces: "Retire el capuchón y introduzca la parte esponjada en la orina. Tape y coloque el predictor en una superficie plana, espere cinco minutos. Con dos bandas rosas usted está embarazado, si sale una, siga practicando y suerte la próxima vez (jaja)". Vale...

Los váteres (se escribe así) no son totalmente planos, ¡qué puñeta!, ¿dónde coño pones el predictor? Yo que, estoy en casa, tengo varias opciones, pero...en un baño público, complicado.

Opción número uno: El suelo (bastante mala, suelen estar sospechosamente mojados)

Opción número dos: La palma de la mano (algo cutre, pero lo más recurrente)

Opción número tres: Tengo una amiga que se tumbó en dicho suelo y se lo puso en la tripa (poco aconsejable con esa humedad, la verdad)

Mi prueba de embarazo ya está en una superficie plana, ahora toca esperar.

sábado, 5 de octubre de 2013

SORPRESAS DEL WC (Medias de quita y pon: parte 2)


Mis amigos blogueros, Fanny (lasmusicasdefanny.blogspot.com) y Gildardo (lasletrasdelgilo.blogspot.mx), me recomiendan beber más a menudo y salir en vaqueros (a ver si adivináis cual me anima a beber, jeje)...creo que voy a seguir esos dos consejos, aunque esperaré a ver que pasa con lo de mi futuro embarazo, ya que será complicado meterse en unos vaqueros y menos aconsejable aficionarme al alcohol.

Prosigo con mi salida de mujeres, que no tiene desperdicio:

Las mujeres vamos juntas al baño por dos sencillas razones: darnos palique mientras esperamos una cola de veinte minutos y porque si te encuentras una ex-amiga en esa espera, el silencio llega a ser peor que el suspense de una peli de Hitchcock.

Total...a mi me tocó ir sola al baño de esa discoteca. Sorpresa, cuando al mirarme al espejo me encuentro con una mancha de barro (no quiero pensar que fuese otra cosa) en toda la frente fruto de mi caída, claro está...

- ¿Pero serán muy hijas de p...? ¡Pues, no me han dicho nada! (No lo pienso, lo digo, mejor dicho, lo grito)


Al pedir el chupito y posteriormente el cubata, es cierto, que el camarero me había mirado de manera extraña y fijamente. Mi ego pensaba que era por mis impresionantes ojos pero no...Imagino que intentase descifrar que era aquello que campaba a sus anchas por mi cara.

Salgo puteada del WC y me encuentro a Carla (esa mujer presumida, impecablemente vestida del mejor chino de la zona)  comiéndole los morros a un niñato. Le saco foto de rigor (jeje) y me acerco a Dora con mirada inquisitiva preguntando el porqué de su poca honestidad al no decirme lo de mi aspecto. Callada por respuesta, y un "no me fijé" de Paula. (Voy a dejar de quedar con esta panda de arpías).

Se me quitaron las ganas de bailar, y tras varias explicaciones de porqué me iba, cogí un taxi y volví a casa.

Y allí estaba Cosme esperándome despierto. ¡Ya le vale! ¿Otra noche de sexo?... 

Está claro que el próximo año, me pensaré muy mucho esta salida. 

martes, 1 de octubre de 2013

MEDIAS DE QUITA Y PON (Parte 1)

Me ha costado recuperarme de la resaca. Al no estar acostumbrada a beber he sufrido un dolor de cabeza insoportable, ahora mismo me cuesta escribir, está claro que la mezcla cerveza chupito y cubata no es acertada para el bienestar corporal.

Ahora recuerdo porque no suelo salir y menos a beber. También recuerdo porque quedo poco con estas amigas (una vez al año, ¡estúpida reunión de antiguas alumnas!) y es que, poco o nada, hay en común entre algunas. ¡Menos mal que la bebida ayuda a limar diferencias!

Llegué al bar de moda rezando no ser la primera, más que nada por no esperar como una idiota. Habían llegado dos (¡qué alivio!). Lara y Dora con dos cervezas ya estaban contentas, o se lo hacían.

- Meri, ¡qué guapa estás! (¿Meri? ¿ya sabéis que odio el diminutivo? Grrrr...¿me clavo las uñas en la palma de la mano hasta hacerme sangre? Mejor se las clavaba a ésta)

Ni que decir tiene que si me hubiera afeitado la cabeza y puesto la ropa del vagabundo que pide en la esquina también (según ellas) estaría "muy guapa". Las mujeres mienten sobre este tema, está asumido,  siempre estamos preciosas.

No había abierto la boca y ya entraron las demás. Todos muy monas, claro.

Disfrutamos del lugar la media hora de rigor en la que nos contamos (entre cerveza y cerveza) lo bien que vivíamos y lo felices que éramos (mentimos, claro está).

Salimos dispuestas a darlo todo en la pista de baile y Sara lo dió todo (y enseñó todo) contra una farola que se interpuso en su camino, (el tanga que llevaba era realmente pequeño y el liguero chulo).

Espatarrada, en medio de la acera, con las medias rotas, (¿alguien me puede decir marca de medias que lleguen enteras a casa? se gratificará), una estampa digna de ver o, por lo menos, eso pensaron las veinte personas detenidas mirando el percal y preguntándose cual iba a ser la valiente en intentar levantar a Sara... y esa valiente fuí yo.

Caí de bruces contra la acera (dije que por el mareo pero la realidad es que no hago levantamiento de pesas en el gym) ¡menudo bochorno! Ahora en vez de veinte eran cuarenta las personas que nos observaban. Al final nos incorporamos como pudimos y, como no, retomamos nuestro plan de bailar no sin antes quitarnos las medias...

Y lo de la discoteca merece otro capítulo...