La primera ecografía de una mujer debería de ser fulminantemente borrada de la mente en cuanto se cierra la puerta.
Como, a veces, peco de corta, pido encarecidamente que pongan un cartelito en dichas consultas en el que figure el siguiente mensaje: "Si es usted primeriza, no se moleste en preguntar, estamos realizando nuestro trabajo y rogamos silencio. Gracias"
Lo protocolario de estos sitios llega a ser tan frío como una cadena de envasado: "Desnúdese de cintura para abajo...túmbese...abra las piernas...no se mueva..."
- ¿Qué me van a hacer?
- Usted relájese....
Si...¿y disfrute?. Cuando ves embadurnar aquel cacharro empiezas a entender el "abra las piernas" y el "relájese". En la tele se ven las ecografías con barriga descubierta y un ligero masaje con otro tipo de artilugio...¿por estética, ta vez? ¿Dónde quedan las palabras amables, la sonrisa del médico buenorro y el "es un bebé precioso"?
Aquella salvaje acabó su trabajo dándome monosílabos por respuesta a mis inquietantes preguntas...un horror. (Por dios si...¡¡Echo de menos a mi mejor amiga la matrona y a sus achuchones protocolarios!!)
Por último...
- ¿¿¿Es niña??? La cara de la ginecóloga se muestra desconcertante ante mi súbita respuesta....
- Siendo el primero, no creo que sea un problema el género.
- Ja...eso lo dice porque no tiene que ponerle Minerva a una hija suya.