viernes, 25 de abril de 2014

SEMANSANTIFICADO

Ya casi no me acuerdo de escribir, las fiestas me han trastocado. La semana santa es, para mi, motivo de penitencia.... ¡un horror! Tal vez mi problema sea la poca familiaridad postiza que me caracteriza, o dicho de otra manera ¡pavor a reuniones con mi familia conyugal!

La susodicha familia, en todas las fiestas católicas y apostólicas, se concentran para celebrar no se sabe muy bien qué y a mi me toca sufrirlo "hemorroidalmente". Al menos ha desaparecido la faceta "coja" de mi esposo y, por lo tanto, la faceta "maminuncaabandonaaunhijodesvalido" de mi suegra, todo un descanso...buf. Pero las comilonas y reuniones de estos días han levantado ampollas, grandes cual heridas de los costaleros penitentes... (esta vez no ha sido cosa mía, jeje)

Mi cuñada Sebas ha discutido fuertemente con su bendita madre (Meenerva-Minerva, jiji) en medio de una sagrada comida llena de alegóricos símbolos religiosos; ¡curiosa la colérica escena! ¡digna del mismo satán!  ha volado alguna espina que otra y se han tirado hasta la cesta del pan...

Motivo: Mi hermana política ha ridiculizado los ritos de la semana santa y los de sus repentinos fieles.

(A mi, sin querer queriendo, me dio por aplaudir y la mirada de Cosme casi me fulmina)

Razón tiene mi cuñada con toda la pamplina cofrade que se monta: gente fervientemente adoradora entre los meses de marzo y abril, salida de debajo de las piedras, que te clava mirada inquisidora cuando intentas arrimarte a la fila visual de una procesión, que te abuchean si la cruzas.... ¿qué también van a misa y rezan? Debe ser el efecto de coger el ramo de laurel o la palma de domingo de ramos, si lo haces estás perdido y "semansantificado"

No llegará la sangre al río en lo que a la discusión se refiere. A mi madre-in-law, como buena religiosa de estas fechas, se le pasará en cuanto guarden el último paso, ya que es una amada hija y no una apegada nuera...

¿Me habré metido hoy en camisa de once varas? Bah!







jueves, 10 de abril de 2014

¿MULETAS O MALETAS?

Que puedo contar después de quince días de ausencia...buf. Llevo días con un esposo cojo, barriga provocadora de insomnio y un acosador laboral...¿qué más se puede pedir?...

Nunca pensé que una barriga molestara tanto, bien sea para hacer ejercicio, bajar escaleras, sentarse a comer o para dormir. Lo de dormir se lleva mal, sobre todo si estás acostumbrada a dormir boca abajo como es mi caso. Que tengan un marido inválido durante las hora de vigilia tampoco ayuda a descansar el resto del tiempo...

- Mérida, el mando, Mérida, un vaso de agua, Mérida ayúdame a ducharme, Mérida..... ¿¡dónde vas!?

- Joer!! Al baño!!

Desquiciante es poco, menos mal que se deshace de la escayola en tres días, antes que me decida deshacerme yo de él.

Minerva ha decidido honrarnos con su presencia consecutiva estos días de reclutamiento casero. Nos ha traído pasteles, un par de tappers, y como no podía ser menos, una lista de consejos y buenos propósitos para hacer nuestra vida un "poquito más fácil"...¡¡¡LA MADRE QUE LA PARIÓ!!...que agusto se quedó..

- Ten cuidado con la espalda, acomódate mejor en este sofá, no fuerces la otra pierna, bebe mucho caldo, intenta pasear cada poco, no te rasques que destrozas la escayola, que lo traiga Meri, que te lo haga Meri, que te tape Meri, que te.... (a Cosme, claro)

- Cuídalo, que camine, que coma, que beba, que se medique... (una cosa me queda clara, mi suegra también juega al Pou)

Lo del trabajo es otra historia, ¡para otro día!