Me senté en aquel despacho decorado de manera sobria. Sabía que me tocaría esperar así que me comí dos uñas y fisgué los portaretratos de mi derecha. Resultó más interesante apartar el esmalte de mi dedo índice que mirar aquellas fotos insípidas...¡apuesto a que venían con el marco!...
- Buenos días señorita Medina
¡Uy dios! ¡hombre sigiloso donde los haya! casi me arranco una cutícula de cuajo...
- Buenos días
- Me imagino que sabe por lo que la he llamado, es usted una trabajadora entusiasta, vivaz, con capacidad de organización y bla bla bla bla..... (elogios, elogios, halagos)
¡Vaya! creo que me he equivocado de despacho
- Pero su actitud de esta mañana es inadmisible e imperdonable. Tenemos una imagen, no nos podemos permitir fallos de este tipo, chiquilladas, yo respondo por usted y esto no se si calificarlo como falta de profesionalidad o...
- Califíquelo como falta de paciencia.
- O falta de empatía, o falta de educación. A una empleada de esta empresa no se le puede agotar la paciencia, trabajamos con personas variopintas, con diferentes estatus y debemos estar a la altura bla bla bla bla... No obstante, es una mujer con carácter, toda una virtud, admiro su espíritu emprendedor, su capacidad de aprendizaje y no dudo que le traerá muchos beneficios en futuros empleos bla bla bla... buenos días.
Bronca sandwitch. COSAS POSITIVAS + LO MAL QUE LOS HAS HECHO + COSAS POSITIVAS.
Que sutileza. Me dieron ganas de pegarle dos besos al salir y decir: "Gracias, Sr. González por su correcta y organizada forma de echar broncas. Me siento una privilegiada por haber podido comprobar la profesionalidad y el rigor que exige su puesto de trabajo, mil gracias"
¡¡¡Ya, ya...de aquí no me vuelven a llamar!!!.