viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Y EN QUÉ LUGAR SE ENAMORÓ DE TI?

Empiezo a coger soltura con el dichoso carrito. Como soy una persona bastante pragmática lo compré en una oferta ofrecida por unos grandes almacenes: 400 €. Una gran inversión para un trasto que apenas se usa tres meses (¡¿y pensar que hay gente que se gasta 1000 o más :-O?!).

Pues eso, comienzo a subir bordillos con bastante agilidad y a entrar en las tiendas como si ya no fuera un elefante. A entender que es una prolongación de mi cuerpo y que es fácil golpear a la persona que va delante, si la muy inconsciente frena en seco. (Advertencia: el perdón en esta situación no vale de nada)... 
Aún con esta destreza nueva en mi haber, hoy he decidido deshacerme del capazo para utilizar sólo el maxicosi. Estas ganas se deben a mi último estudio sobre la teoría evolutiva del carro que es directamente proporcional a la pesadez del ámbito vecinal.

EXPLICACIÓN A TRAVÉS DEL CONOCIMIENTO EMPÍRICO ADQUIRIDO:

Totalmente horroroso planificar una salida de casa...

Sin bebé: SALGO-SALGO. Tiempo total 5 minutos

Con bebé: SALGO-TIENE HAMBRE-COMIDA BEBÉ-SE MANCHA-CAMBIO DE ROPA-SALGO-OH! CAMBIO DE PAÑAL- Y CAMBIO DE ROPA OTRA VEZ-SALGO POR FIN Tiempo total 2 horas.

Una vez que sales de casa hay que tener en cuenta que NO SE PUEDE SABER la hora de vuelta. Con un bebé es totalmente imposible...

Sin bebé: SALGO-HOLA MARUJA-HASTA LUEGO JUANA-TE VEO BIEN PACO-PONME MEDIO KILO DE PERAS-ADIÓS SORAYA-ENTRO EN CASA Tiempo total 1 hora y 35 minutos

Con bebé: SALGO-HOLA MARUJA ¡¡oh!!que guapa, ¿cuánto tiempo tiene? bla bla bla...-HASTA LUEGO JUANA ¡Anda! ¿ya diste a luz?, ¿cómo se llama? ¿cuándo?, ¿cómo fue?, ¿no lleva pendientes? bla bla bla bla-TE VEO BIEN PACO (este no molesta, no sabe si he dado a luz o si he decidido sacar mi juguete favorito de la infancia)-PONME MEDIO KILO DE PERAS ¿estabas embarazada? ¿eres muy joven para...? bla bla bla bla bla-ADIOS SORAYA ¡oye! es del mismo tiempo que la prima hermana de mi amiga, ¿cuándo nació? ¿dónde nació? ¿con quién nació? ( Si y...¿a qué dedica el tiempo libre? jaja) bla bla bla bla bla- ENTRO EN CASA. Tiempo total 3 horas y 57 minutos...¡¡¡DIOS!!!

¿Esta fase se pasa, o hay que cambiar de vecindario?. Tengo la esperanza que varíe a la velocidad que vaya variando el carro: CAPAZO-MAXICOSI-SILLA. En plan evolutivo: crecimiento de la niña, menos preguntas, menos cotillas...
He de aclarar que he intentado bajar sola a hacer la compra pero las paradas son las mismas y las preguntas otras: ¿dónde está la niña? ¿con quién se quedó? ¿ya no toma pecho? no te demores ¿tendrás que tirar de ayuda?¿no habrá quedado sola?...... buffffffff






jueves, 18 de septiembre de 2014

ENSEÑAR EL CULO NO VIENE EN FOLLETO

Y se hizo la paz en cuanto llegó la solicitada epidural. Hay muchas mujeres que rechazan este método anestésico, bien por parir de manera tradicional o por los temidos efectos secundarios tan bien explicados en el folleto. Opinión más que respetable pero...¡qué descanso! ¡Qué majo el personal sanitario a partir de ese momento! ¡¿se hizo víspera de descanso?!

Dieron sus últimos coletazos de antipatía al pedirme que no me moviera antes del picotazo. Difícil si te viene una contracción, difícil si notas pinchazo agudo al final de la espalda, difícil si te agarran entre dos nada coordinados entre si. Las culpas, al final, para mi.

INCISO:
Como se pierde el pudor en estas circunstancias. Enseñar el culo al que pasa o entre te parece de lo más normal. Entras en un hospital y estás perdido. Es un "dejarse hacer" continuo. Formas parte de un ritual tan frío y repetitivo que toma carácter impersonal. Ahí te encuentras, semi desnudo, oyendo hablar  a dos o tres o más, entre ellos (médicoenfermeroauxiliares, vete tú a saber) sobre tu estado, sobre tu tratamiento, sobre tus dolencias, sobre tu ¿posible muerte?... y te dan ganar de decir: EO EO EO....EH! ¿No soy yo parte interesada de esa conversación a hurtadillas? Nada, ya si eso me pasáis un folleto...


Y perdí la noción del tiempo. Con Cosme a mi lado, y sin ganas de partirle el brazo me adormecí hasta que me llevaron al paritorio donde al cuarto de hora nació la que hoy (y me temo que por siempre) me quita el sueño. Lo mejor de mi vida... me pongo sensiblera que no me gusta nada de nada :-) así que remato con esto:

NUNCA, NUNCA visitéis en el hospital a una recién parida primeriza a no ser que sea esposa, hermana, hija o madre....HACERLE ESE GRAN FAVOR, tened compasión.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LOS BISTURÍS NO SON SOUVENIRS

Después de dos horas de soledad contraccional, otra enfermeramatronaauxiliar (se podrían identificar ¿no?. Al final no sabes si la que te pregunta por tu estado es una mera cotilla que friega los suelos) aparece en escena con poco entusiasmo y algo de bigote.

- Buenas, progresas adecuadamente. Vendrán en breve a perforar la bolsa.

- ¡Anda!¡Qué ilu, como en el cole!

Me miró como sólo se mira a los lunáticos y salió del recinto...¿a coger el mocho? 

Eso de perforar la bolsa sonó bastante mal pero preferí hacer oídos sordos y seguir mordiendo la almohada. 
Cuando estás en esas circunstancias recuerdas las escenas sobrenaturales de mujeres arrancando cabeceros y retorciendo brazos de acompañantes...¡cuánto eché yo de menos el brazo de Cosme! ¡se quedan cortas estas imágenes!
Para los que no han parido: El dolor se puede asemejar al de un par de personas tirando de una parte muscular de tu cuerpo, cada uno de un extremo, algo así.

Al fin entra la de los dos cafés, que por su delatador aliento, le habían tocado con premio: COÑAC.

- Vamos a proceder a la rotura de bolsa, no se mueva.

¡Ay dios! Saca de un paquete precintado aquella aguja de hacer ganchillo. Yo le espeté

- Si va a tirar la aguja, me la deja ahí, me estoy iniciando en el arte del trapillo y puede ser una gran aliada además de un bonito recuerdo.

- Señora, esto es un bisturí no un souvenir. ¡Mantenga las piernas abiertas y la boca cerrada!

¡Vaya! el cretinismo en caso de empleados sanitarios en primer turno de lunes no se esfuma con el segundo café. Tampoco el coñac aporta buen humor a estas infelices gentes que cuentan con la pesada carga de las guardias. Mientras la veía alejarse con mi utensilio tejedor comprendí que aquella desalmada mujer no era bien recibida en su casa y que era un descanso para los suyos ese puesto de trabajo que tantas horas la tenía ocupada....

lunes, 1 de septiembre de 2014

UN CENTÍMETRO ¿NADA MÁS?

Por fin el cambio de turno llegó ¿y con él mi salvación? No. Con él una mujer entrada en años y con cara de lunes. ¡Valgame dios!

Cuatro centímetros: última predicción con el tacto de la mano.

Te encasqueta los dedos y a ¿ojo?. No pido yo un metro, pero...¿no es un poco relativo esto?. Así se lo hice ver a mi palpadora personal y su risotada me dejó...¡perpleja!

- ¡¡Señora!! Está siendo atendida y analizada por profesionales. Cuatro centímetros,  esperaremos a cinco para la epidural.

Lo de señora no me sentó muy bien (¿Meri, igual mejor? Jeje), y más viniendo de una persona que podría pasar por mi abuela.
Lo de profesionales tampoco me convenció... distinto tamaño de manos... de dedos... puse en duda los cuatro "ce-emes" y bajo el dolor agudo de una contracción me jugué la posibilidad de la "epi" antes de tiempo:

- ¡¡Oiga!! ¿Y no podría atenderme, dedilmente hablando, ese señor (armario de 2x2) que acaba de salir de este habitáculo? 

Aquí, con finura incluida, buscaba yo el contra análisis a mi favor. Este hombre contaba con dedos más finos que el muestrario de morcillas que poseía mi interlocurora en cada antebrazo. 

- Bueno...pues es Paco el de mantenimiento,  igual se anima a meter la mano aquí...(risotada malvada incluida)

¡Graciosa y cretina a la vez! ¡Vaya! El personal sanitario de este hospital tiene un curriculum de lo más completo. Supuse, al verla marchar, que mi sufrimiento se alargaría hasta que esa desalmada acabara su segundo café... (continuará)