lunes, 27 de enero de 2014

SARGENTOS A DISCRECIÓN

Ja...mi vida ha dado un giro de 360 ( ¡vaya!¿no existe el símbolo de los grados en mi teclado?). Mi vida está ahora dirigida por varios sargentos que ordenan y redirigen mi existencia y la de mi futuro vástago. ¡¡Un horror!!

Mi esposo no me deja ni coger un pañuelo (por el peso, claro), me agobia con repetitivas preguntas y me asalta con platos llenos de comida.

Mi madre me ha comprado la ultima colección en ropa interior de premamá y me ha apostillado el sobrenombre de mami....grrrrrr. Pasear con ella y que informe a diestro y siniestro de mi estado tampoco me agrada, sobre todo si aclara eso de: "casi a la primera se ha quedado" (¡Bravo por Cosme!)

La matrona no me deja vivir, no le he dicho que tengo un blog sino seguro que también me lo quitaba. Me diría: "No es bueno para la salud del bebé que dediques tiempo a reflexiones absurdas de tu día a día", como si lo viera venir. Es una bruja en potencia, (apuesto que ya la sufre alguien como suegra...jaja). 
Me pesa cada dos por tres y me ha prohibido fumar a escondidas, beber chupitos y comer dulces...¡¡será!!. También me ha dado una charla sobre las drogas (no me drogo pero por llevarle la contraria a esta mona, ganas me dan).
Eso sí, siempre se despide con un abrazo en "son de paz" y apuntilla el: "Tranquila Meri, si hay cualquier duda que quieras consultarme o problema que te surja, llámame al móvil"....
No tengo bastante con verla con esta asiduidad que encima, pretende que guarde su número de móvil...

Si estáis esperando que añada como sargento a la madre de mi señor marido os diré que si pero nada más...creo que lee el blog a escondidas o que se lo casca todo el primo de Concha. Habrá que andarse con mil ojos....

miércoles, 15 de enero de 2014

REBAJAS

Vuelta a la rutina del trabajo, a las molestias estomacales provocadas por este embarazo y a unas odiadas rebajas de enero. Debería hacer referencia a mi curro en este post pero no puedo pasar por alto comentar esa etapa tan angustiosa que es: ir de compras en rebajas.

Si, hay mujeres que odian comprar y más en rebajas. Una de ellas, yo misma. Cuando una va a ser madre se encuentra ante el "¿que me falta? (motivo que me ha impulsado a pasarme por algunas boutiques). ¡Ridículo!, ni que fuera a haber un holocausto o cierre de tiendas en cuanto naciera la criatura, asumiré que es inseguridad.

Una entra en una tienda al comienzo de rebajas y se pregunta si realmente regalan algo. Colas para pagar, para probarse, para hablar con el dependiente... Mirando las etiquetas y comprobando que hay prendas y artículos que están tres euros más baratos acabo entendiendo que si, efectivamente, creen que somos como borregos o ¡somos unos borregos!. Cada uno que se incluya en el grupo que corresponda.

Acudí a unas de estas tiendas (siempre te encuentras alguien conocido, rebuscando) y comprobé que habían desaparecido algunas prendas del día anterior, práctica bastante habitual. No me probé nada, ni me compré nada pero contemple una pelea absurda entre dos mujeres de temprana edad que casi grabo en vídeo y lo subo a youtube:


  • - Te he dicho que ese suéter era mio, que lo he dejado ahí mientras me probaba éste otro.
  • - Haberlo llevado, éste es mío ahora. 
  • - Pues...viéndote,  creo que no te entra, es una mediana.... (silencio sepulcral dando paso a estepicursor/rodamundos/sorrasca...y guantazo en los morros, posterior tirón de pelo, etc...)


Lo peor que se le puede decir a una mujer es que gasta más talla de lo que cree o que ha engordado (no lo hagáis nunca, se desencadena una hormona que ciega todo nuestro ser). 

Esta conversación "inofensiva" acabó con las dos en la puerta (después de ser arrastradas por el "segurita") discutiendo con la encargada. Yo me fui pensando en volver por el suéter chulo que habían dejado abandonado y con cámara de vídeo en mano...

jueves, 9 de enero de 2014

UN MATASUEGRAS CON SILENCIADOR

Hoy he recogido el árbol de navidad. Quien creó esta tradición no se tropezó con este cachivache lleno de luces estampándose contra el duro terrazo. Tampoco lidió con él, en una lucha encarnizada y a muerte, para devolverlo, en su estado original, a la caja (pequeña) en la que vienen desmontados. Ganó (según se mire) la caja, ahora está en el contenedor más cercano.
Si, el inventor de este ritual fue también el que afirmo que: "Al que madruga, dios le ayuda" y "No hay mal que bien no venga", estoy convencida.

Prometí contar mi fabulosa Nochevieja ¿no?...bueno, allá va:

Nochebuena en casa de suegra con micro en mano (mas me hubiera valido el "matasuegras", pero que hiciera honor a su nombre, jejeje) y Nochevieja en casa de.... "mamá". 
¡Qué puedo decir de mi madre! Ese ser angelical...

Discutí como... ocho veces antes de poner la mesa y otras cuatro después (¡madre no hay más que una!¡menos mal!). Todas las mujeres casadas sabemos que la diferencia entre madre y suegra, es que, a la primera la puedes mandar a la mierda sin contemplaciones, y a la segunda, por detrás, sin que te oiga. Es así de sencillo.
Comer en casa de mis padres es una cosa que siempre me ha gustado, ya por lo excelente cocinera que es mi progenitora o por la compañía de mi padre (complejo de edipo, si, todavía), así que la cena fue tranquila y amena. Nos acompañó mi hermano y su pareja con los que salimos de fiesta tras comer las doce uvas.

Ricardo, la pareja de mi hermano, es un tío con gracia pero con dos copas se vuelve un tío gracioso y  un poco vándalo. Por lo visto eso pensaron los seguritas de aquel local al que fuimos cuando a Richar le dió por comprobar el dispositivo de un extintor y "apagar" un inventado fuego. 
Nos echaron del cotillón y nos confiscaron los matasuegras.....

viernes, 3 de enero de 2014

EL CHAMPÁN NO ES VINO ESPUMOSO

Creo que la mayoría de la gente en estas fechas está desconectada, como yo. Entre familiares y amigos, visitas y demás nos queda poco tiempo para las redes sociales y para dedicar unos minutos al blog; esto. ¡Por fin!...he sacado un huequito para narrar mis experiencias festivales que se repiten cada año sin gran novedad.

La Nochebuena es la peor noche del año con diferencia. Una noche en la que se prodiga el amor, paz, y mala música (sino enchufen ustedes el programa de la uno) ¡hasta el moño!... 

Me tocó pasarla en casa de mi "adorada" suegra Minerva y me dieron la gran noticia: Quieren (ella y mi esposo en confabulación) que honre a la susodicha pasando el testigo de su nombre a mi primogénito en caso de que sea fémina...¿cuántas probabilidades hay de esto? El 50%, pensé con dos copas de champán: "Bueno, pues vale..."

El problema es que no sólo lo pensé sino que además lo dije. Esta encerrona orquestada hábilmente por mi marido y la bruja el día de Nochebuena es la muestra más clara de lo que significan las navidades: "Aprovechamiento indebido de la sensibilidad y la exaltación del cariño que provocan dos copas de más"

Pues de ésta ya no salgo, afirmé con tanta efusividad (encima de la mesa, con micro en mano) que mi hija, si era niña, se llamaría como su abuela que ya no hay vuelta atrás...

  • -Le hace tanta ilusión a mamá
  • -Cosme, esto que me has preparado es como para pedirte el divorcio, sabes que yo y las copas no tenemos una relación sincera
  • -No exageres, el nombre es precioso
  • -Precioso en tu puñetera madre (que conste que utilicé una palabra menos sutil que "puñetera")

Prometo continuar narrando la Nochevieja que tampoco tiene desperdicio...