jueves, 18 de septiembre de 2014

ENSEÑAR EL CULO NO VIENE EN FOLLETO

Y se hizo la paz en cuanto llegó la solicitada epidural. Hay muchas mujeres que rechazan este método anestésico, bien por parir de manera tradicional o por los temidos efectos secundarios tan bien explicados en el folleto. Opinión más que respetable pero...¡qué descanso! ¡Qué majo el personal sanitario a partir de ese momento! ¡¿se hizo víspera de descanso?!

Dieron sus últimos coletazos de antipatía al pedirme que no me moviera antes del picotazo. Difícil si te viene una contracción, difícil si notas pinchazo agudo al final de la espalda, difícil si te agarran entre dos nada coordinados entre si. Las culpas, al final, para mi.

INCISO:
Como se pierde el pudor en estas circunstancias. Enseñar el culo al que pasa o entre te parece de lo más normal. Entras en un hospital y estás perdido. Es un "dejarse hacer" continuo. Formas parte de un ritual tan frío y repetitivo que toma carácter impersonal. Ahí te encuentras, semi desnudo, oyendo hablar  a dos o tres o más, entre ellos (médicoenfermeroauxiliares, vete tú a saber) sobre tu estado, sobre tu tratamiento, sobre tus dolencias, sobre tu ¿posible muerte?... y te dan ganar de decir: EO EO EO....EH! ¿No soy yo parte interesada de esa conversación a hurtadillas? Nada, ya si eso me pasáis un folleto...


Y perdí la noción del tiempo. Con Cosme a mi lado, y sin ganas de partirle el brazo me adormecí hasta que me llevaron al paritorio donde al cuarto de hora nació la que hoy (y me temo que por siempre) me quita el sueño. Lo mejor de mi vida... me pongo sensiblera que no me gusta nada de nada :-) así que remato con esto:

NUNCA, NUNCA visitéis en el hospital a una recién parida primeriza a no ser que sea esposa, hermana, hija o madre....HACERLE ESE GRAN FAVOR, tened compasión.

2 comentarios: