domingo, 1 de septiembre de 2013

DOS SOLES EN OTRO UNIVERSO

De vuelta de la playa, mi maridito conduciendo y yo escribiendo.
(Un inciso: curioso que haya autoescuelas que no expliquen a sus alumnos que se puede conducir sin apretar ningún pedal, porque los hay y muchos, que sueltan el acelerador y aprietan el freno ¡curioso y crispante!)
Prosigo: Mis sobris detrás. Sebas nos ha dejado "disfrutar" de sus gritos y peleas durante 8 días, hasta que empiece el cole, ¡mira que bien!, y ella a Punta Cana. Los atenderá el Cosme que yo sigo liada con mi reponer de productos alimentarios.
Nicolás y Simón de 5 y 7 años y sus superpoderes.

Tener poderes extraordinarios tiene que ser maravilloso, YO QUIERO.

El superpoder de la ultravisión: encontrar todo objeto, bicho, o palo que haya en el suelo, y que para cualquier adulto pasa desapercibido.

El superpoder electromagnético: utilizar con suma facilidad cualquier aparato eléctrico como mandos, consolas, tablets, móviles...yo a Simón le pediré en estos días que me explique los programas del microondas; ¡ah! eso sí, a la hora de sentarse a la mesa ese superpoder se convierte en torpeza para rediriguir una cuchara.

Y el que quiero por encima de todos los superpoderes del mundo mundial es el superpoder de controlar la temperatura corporal: funciona sólo en espacios abiertos (es la pega) como playa, pincina, rio, charca, poza, fuente, etc...en espacios cerrados y cuando el agua está un poco templada y se aplica en forma de ducha o baño, se transforma en el superpoder de la voz de tenor. (Este lo sacan con mucha frecuencia para otras situaciones).

Voy a permanecer alerta no vayan a echar a volar.

Me quedan 5 días con ellos y miedo me da, en 2 días he descubierto un universo desconocido, el universo infantil (castillos de arena, pistolas de agua y a Bob Esponja), ¿sobreviviré? puede, pero igual me queda alguna secuela, y ¿Cosme aguantará?, veremos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario