martes, 30 de diciembre de 2014

A POR EL NIÑO

Hoy he ido a por el Niño. Y no, no me refiero a la posible intención de darle un hermanito a Minerva sino a la posible intención de hacerme rica, aunque, sinceramente, lo dudo.

Antes de dirigirme a la administración me acerqué a una papelera y arrojé 96 euros. Si, así se puede decir a tirar la lotería de navidad no premiada. Ni un triste reintegro. No quiero saber lo que jugaba Cosme.

Y fui a ver al lotero. Una mirada directa a los ojos y un gran esfuerzo para que no se desvíe a ningún número de los que tiene colgados, mi memoria fotográfica me puede gastar alguna mala pasada...

- Un número que no acabe ni en 4, ni en 2,  ni el 9

- ¿Cuál te doy?

- Me da lo mismo (no me va a tocar)

- Pues un 6 te llevas.

¡¡Vaya!! ¡¡Había pensado en número impar!! Ni en esto tengo suerte.

Total, que ya acumulo cuatro décimos para el Niño dichoso. Tiene efecto esa frase de...¿y si toca aquí?
Lo que está claro que al final aplicas la norma de "si no me toca me fastidia pero si le toca al vecino y a mi no me fastidia más". ¿Por qué si le toca al vecino, amigo, al del bar donde nunca entras te fastidia más? No sé, pero molesta hasta el punto de llevar más lotería que en todo el año.

¡¡Ah!! y lo de Antonio, con su generosidad, cualquiera se lo cree.......


2 comentarios:

  1. Pues no sería mala idea de un ferroviario en potencia, adicional.. Apenas toca nada y si es algo te saca la lengua Montoro. Que te toque ser feliz en 2015 y quien Tú quieras..

    ResponderEliminar