Cosme ha decidido colaborar en las tareas del hogar, bueno, en realidad lo he decidido yo. Ahora que se encuentra en paro es lo menos, no ha colado lo de que aprenda punto de cruz pero al menos está animado con el macramé...jejejjej
Este hombre es mi marido; ha sido, sigue y seguirá siendo un desastre para las labores domésticas. ¿Alguno no? Analicemos situaciones curiosas dignas de estudio:
COSAS QUE LAVAR: Alguna fuerza extraña de la naturaleza les impulsa a lanzar contra la lavadora la ropa sin comprobar antes el color, y si lo comprueban entra en juego un repentino daltonismo. Mi armario es bicolor (gris y rosa) tenemos suerte que son colores que no se pasan de moda.
BAYETAS Y MIGAS: Aquí existen tres tipos de hombres diferenciados
TIPO 1: El que no pasa la bayeta y por lo tanto las migas siguen quedando ahí: es el mejor de todos.
TIPO 2: El que la pasa y no la enjuaga: Las migas y resto de comida pasa directamente a las manos de la persona que pretende utilizar la bayeta después, éste, por desgracia es Cosme
TIPO 3: El que la pasa, la enjuaga pero no la escurre: El peor sin duda, llegas...en un arranque de pulcritud decides ponerte a limpiar la encimera y ¡tachan! bayeta babosaaaaa.....¡qué asco!
BOLSAS DE BASURA: Iker Jiménez sacó en Cuarto Milenio a un hombre que, tras tirar la basura, inmediatamente colocó otra bolsa en el cubo, yo todavía pienso que era un actor contratado, aunque dicen que a veces la realidad supera a la ficción.
Yo lo tengo claro, el macho, al menos el ibérico que es el que he catado, le falta el cromosoma de reponer lo que acaba (digo bolsas de basura por no entrar a fondo en el tema papel higiénico) y tiene una malformación en los dedos la cual le impide escurrir bayetas. ¡Seguiré observando!
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