EMBARAZO

La noticia me la ha confirmado mi "nueva mejor amiga", con la que me tendré que llevar si o si los próximos nueve meses, la matrona.

Entro en la consulta, nerviosa, ¡mierda! ya se ha dado cuenta de que soy primeriza, (¡qué instinto! ¿se lo darán con el título?). Me mira y descubro sus pensamientos:

-¡Ya iba siendo hora, por poco más y se te pasa el arroz!- Aunque no lo diga en alto, me empieza a caer mal.

Me entrego a un trepidante interrogatorio, donde no hay opciones, ni comodín del público, toda una pena. ¿Fumas, bebes, te drogas...? repite esta última pregunta...¿por qué? Acaso es tan común...igual si.

Después del interrogatorio me da una dieta, una revista de: "Como afrontar la etapa más importante de toda mujer " (buf, quiero echar a correr) y un chupete...

¿Un chupete? ¿Qué clase de regalo es un chupete para alguien que no a asumido todavía que le va a faltar la regla? Este detalle es a mala baba, a mala leche, a mala hostia...

Recibo un caluroso abrazo de mi "nueva mejor amiga la matrona" y un: ¡¡¡Bienvenida al fascinante mundo de la maternidad!!!...me quiero morir, ¿esta loca me va a llevar el embarazo?

Me vuelvo aterrorizada a casa, a decirle a Cosme que va a ser padre.