Siempre que tengo una discusión con Bianca acabo chillando en la toalla del baño. ¡Qué culpa tendrá la toalla!. La muy bruja no hace más que meterse con mi forma de llevar la carnicería, ahora que Jocobo "alias el atontao" está de vacaciones.
¡Qué le pasará a esta mujer por la cabeza! (¿podría ser una bala del calibre 16, porfa?) si mi gestión es impecable. No es porque yo lo digo...NO...es la verdad.
Cuando era pequeña me imaginaba que los problemas del patio se acabarían a los trece años pero...¡qué equivocada estaba!, eso no era más que el principio, un entrenamiento.¡Qué engañados nos tenían los mayores con el tema "respeto"! ja....ahora me parto.
Mi super es peor que un patio de colegio. Tenemos la delegada sabionda (Bianca), la guapa-guay-pelotera (Eli, la cajera), el ligón-engreido-tonto del culo (Chema, el panadero)...el resto, los que hacemos bulto. Y ya tenemos la panda "Chupiguay" del Mercadona de la Calle Ortega y Gasset. Los empujones, insultos y peleas no se diferencian, eso si, aquí no jugamos al pilla-pilla ni al escondite, que era lo mejor.
Hoy, mi mayor problema ha sido el vistoso expositor (estoy planteandome seriamente añadir fotos a este blog, dicho sea de paso). Se ha quejado (su señora excelencia) que al cambiar los productos de sitio "lio a los clientes"...vale, puede tener su razón...pero ¿acaso yo se la voy a dar? NO.
De morros que me ha dejado y en los morros la hubiera atizado (¡qué chulo pareado :-)!)
He de reconocer que, cuando mi incorporé a esta empresa, la vi como posible aliada e incluso amiga...ahora mi amistad la veo a lo "Thelma y Luise" pero con la diferencia de que, al precipicio, se tira sólo ella y que la empujo yo.
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